Blogia
ondina2009

Estudiante

RACISMO XENOFOBIA SEGREGACIÓN RACIAL:

La complejidad del fenómeno racista queda patente en las sucesivas distinciones y adjetivaciones que se han ido estableciendo: racismo biologicista o culturalista, viejo y nuevo racismo, teórico o espontáneo, interno y externo (xenofobia), institucional o social, abierto y encubierto, individual o colectivo, racismo visible e invisible, etc. 

En la literatura científico-social pueden distinguirse concepciones más o menos restringidas del racismo, en función de dos elementos fundamentales. En primer lugar, su ubicación en el campo de las ideologías (como discurso, mentalidad, creencia o mito), en el de las prácticas sociales (como conductas y políticas de discriminación y segregación) o en ambas dimensiones interrelacionadas; por otro lado dependiendo de las características o atributos personales y grupales que estén relacionados con las ideas o acciones racistas: raciales (raza física, raza social), culturales (étnicas, lingüísticas, religiosas, nacionalidad) o ambos conjuntos relacionados.

Mientras unas definiciones caracterizan el racismo sólo o principalmente como ideología, otras lo hacen como ideología legitimadora de una determinada práctica. Algunas ponen el énfasis en su carácter de conjunto de prácticas discriminatorias, apoyadas o no en ideas o cogniciones Hay definiciones que se refieren sólo a lo racial, entendiendo la categoría de raza en formas diversas, mientras que otras incluyen tanto lo racial (en tanto que construcción cultural), como la etnia o la cultura. Para algunos autores, lo esencial del racismo está en el convencimiento de que existe una relación entre la pertenencia a una categoría social y la posesión de características específicas.

El racismo opera atribuyendo significados a características fenotípicas o genéticas y creando, de esta forma, un sistema de categorización y jerarquizacíón  entre los grupos. Es una doctrina que defiende la existencia de diferencias biológicas estables entre grupos que mantienen relaciones de superioridad e inferioridad, e incluye el supuesto de que la raza determina la inteligencia, las características culturales y los atributos morales. Otros autores tienen en cuenta tanto la dimensión ideológica como la práctica, si bien siguen circunscribiendo el ámbito del racismo al grupo racial. Los análisis sobre las causas del racismo han señalado mecanismos Psicológicos (miedo al extraño, formación de prejuicios y estereotipos, «chivo expiatorio») y culturales (etnocentrismo, crisis identitarias), económicos <competencia laboral, funcionalidad del racismo como freno a los planteamientos de clase) y políticos (como eje articulador de programas políticos, principalmente en la extrema derecha).

El racismo es indisociable de las relaciones de dominación, y está inscrito en la estructura social, como reflejo de una de sus más importantes divisiones. Si por una parte aparece vinculado a la acción social, y por otra a la acción histórica, presenta características específicas: tiene su lógica propia y constituye en sí mismo un conjunto de significaciones autónomas, que en los casos extremos son susceptibles de desembocar en proyectos políticos. El racismo parece siempre dispuesto a brotar en el seno de movimientos comunitarios, y a menudo se encuentra presente sobre todo , en los movimientos nacionalistas o religiosos, como si constituyese no una negación sino una virtualidad de toda acción histórica.

Como perversión de las relaciones sociales, constituye una forma degradada de las conductas, y su espacio es tanto más amplio cuanto menos fuertemente estructurada a partir de un movimiento social aparezca la sociedad en cuestión. Esto implica que se cumplan determinadas condiciones, tanto respecto del grupo racista como del grupo racializado. El grupo racista debe disponer aquí, en efecto, de re-cursos que continúen teniendo alcance social, de una capacidad de acción, individual o colectiva, vinculada a medios económicos o políticos, a un estatuto (que tal vez se sienta amenazado) o incluso a determinados grados de libertad en el recurso a la violencia, a una cierta tolerancia o permisividad en el sistema político y las instituciones.

Las conductas racistas encuentran un terreno propicio en la existencia de mercados en los que tales recursos a menudo se bastan a sí mismos para asegurar la discriminación, para imponer la caracterización como inferior del otro en el empleo o el trabajo, o incluso su segregación urbana o escolar. Estas conductas se ven favorecidas también a partir del momento en que el grupo víctima presenta determinadas características, como la existencia de marcas físicas o culturales que hacen fácilmente identificables a los individuos pertenecientes a la población racializada.

 

Falta de valores

Al echar una mirada sobre la realidad de todos los días, suele reflexionarse con tristeza y desesperanza acerca de cómo se han perdido los valores en nuestra sociedad moderna. Lo que no suele verse es que en muchos ámbitos permanecen intactos, y en muchos otros, al menos subyacentes. Recuperarlos es simplemente cuestión de voluntad.

A partir del auge de los medios de comunicación masiva, junto con todas sus ventajas se ha expandido a la sociedad una especie de imposición de anti valores. En un país con serios problemas de compromiso y convivencia, cada uno quiere “llevar agua para su molino”, en clara manifestación de egoísmo, de falta de cultura social y de desinterés por el prójimo, lo que produce como consecuencia una sociedad disgregada y caótica: todos los días se violentan las leyes de tránsito, se sospecha permanentemente que se usan los recursos públicos para beneficio personal, se daña la naturaleza y en consecuencia la salud de las personas, se asumen compromisos públicos y privados que más tarde se “olvidan”, se falta a la verdad desde los medios de comunicación... Ni qué hablar de hechos todavía más graves, como acciones de violencia en las que ya no se tiene en cuenta ni la dignidad, ni la integridad, ni la vida misma de las personas.

Y así y todo, afortunadamente, sigue habiendo una gran mayoría de argentinos que sabe vivir en sociedad, con respeto por los demás, por las instituciones y por los valores. Pero lamentablemente, hoy por hoy no basta con ser bueno y honesto, porque si esa bondad y esa honestidad no están puestas cotidianamente al servicio de los demás, no contagian, no “reinan”. Debemos entender los valores como todas aquellas manifestaciones, actitudes o conductas que tienen como regla el respeto y la ética en la convivencia humana, pero siempre tendientes al bien común. Debemos “contagiar” nuestros valores, en vez de dejar que los desvalores nos contagien a nosotros.

Es difícil la lucha. En las pequeñas cosas muchas veces exige doblegar el orgullo, para actuar con corrección aún a riesgo de ser considerado un “gil” en vez de un “piola”. Y en pequeñas y grandes cosas, quizás haya mucho beneficio material o económico en el incentivo hacia tareas no correctas, o en algún sentido corrupto.

Pero es fácil el mecanismo. Sólo se necesitan dos cosas: por un lado, gente que actúe correctamente cruzando un gran río de egoísmo, para llegar a la otra orilla y alcanzar calidad de vida, bienestar, moral; y por otra parte, un puente lleno de valores mínimos arraigados: libertad, honestidad, justicia, solidaridad, que puedan pulir los pensamientos y las acciones.

Y es fácil empezar, porque soñar es comenzar a realizar, y realizar quizás se transforme simplemente en poner de moda cosas que hemos olvidado, o que algunas corrientes universales nos quieren hacer olvidar. Soñemos entonces que en nuestro mundo vuelven a reinar los códigos de ética, la dignificación del trabajo, la verdad por sobre todas las cosas, la armonía social, la excelencia en las funciones, la vocación como actitud prescindiendo de la necesidad material, el respeto en el poder... Y si logramos contagiar este sueño, entonces no será en vano. Empecemos esta semana, hoy mismo, ya.

ITEMS DE COMO CREAR UNA PÁGINA WEB DESDE WORD

1. Abrir Word y posteriormente abrir un archivo nuevo.

2. Guardar el documento como: guardar como página web, con el nombre de "index" y guardarlo en una carpeta que este dentro de la carpeta de "mis documentos" (procura crear una carpeta única, para guardar ahí todos los documentos de la página, incluyendo fotos, imágenes, videos, textos, etcétera).

3. Ir a menú formato, fondo, y seleccionar un color o un efecto de color.

4. Crear una tabla con dos columnas y dos líneas, la primera línea (que contiene dos columnas) seleccionarla y convertirla en una sola.

5. De la segunda línea (que contiene dos columnas), poner el puntero del ratón sobre la línea inferior de la tabla, mantener presionado el botón izquierdo del mismo, y arrastra hacia abajo, de tal forma que la segunda línea ocupe el espacio restante de la hoja.

6. Posterior al trabajo de la tabla, escribe el nombre de tu página web en la primera línea de la tabla, este nombre deberá ir en letras mayúsculas, letras negrillas, y con algún color que combine con el fondo (puedes poner algún logotipo que vaya de acuerdo con tu página

Crear una página Web

Puede utilizar Microsoft Word para crear páginas Web del mismo modo que se crean documentos de Word normales.

Puede utilizar una plantilla (plantilla: archivo o archivos que contienen la estructura y las herramientas para dar forma a elementos como el estilo y el diseño de página de los archivos terminados. Por ejemplo, las plantillas de Word puede dar forma a un único documento y las plantillas de FrontPage pueden dar forma a todo un sitio Web.) de página Web o guardar un documento de Word como página Web.

Con una plantilla de página Web

Cuando se utiliza una plantilla de página Web, Word no permite seleccionar las características que el explorador de destino no admite de manera que no tenga que preocuparse de cómo se verá el formato en un explorador Web (explorador de Web: software que interpreta archivos HTML, les da formato en páginas Web y los muestra. Un explorador de Web, como Microsoft Internet Explorer, puede ir a hipervínculos, transferir archivos y reproducir archivos de sonido o vídeo que están incrustados en páginas Web.).

Agregue temas (tema: conjunto de elementos de diseño unificados que proporcionan una vista a su documento mediante color, fuentes y gráficos.), inserte barras de vínculos (barras de vínculos: colección de botones gráficos o de texto que representan hipervínculos a páginas de su sitio Web o de sitios externos.) y utilice marcos (marcos: subventana con nombre de una página de marcos. El marco aparece en un explorador de Web como una de varias zonas de una ventana en las que es posible mostrar las páginas. El marco se puede desplazar y cambiar el tamaño y puede tener un borde.) para hacer que sus páginas Web sean más dinámicas y atractivas.

Para aplicar formato rápidamente a varias páginas, puede adjuntar hojas de estilos en cascada (CSS) (hojas de estilo en cascada (CSS): declaraciones, ya sea incrustadas en una página Web o almacenadas en un archivo .css independiente vinculado a una página Web, que especifican el aspecto de determinados elementos HTML.).

 

Desde un documento de Word existente

Guarde un documento existente como página Web si desea prepararlo rápidamente para que pueda copiarse al Web o a una intranet (intranet: red de una organización que utiliza tecnologías de Internet (como el protocolo HTTP o FTP). Si utiliza hipervínculos, puede explorar objetos, documentos, páginas y otros destinos en Internet.).

LA INFIDELIDAD: Orígenes, causas y soluciones

El tema de la infidelidad es muy complejo y es algo que muchos no lo quieren topar, otros prefieren obviar y otros tantos más lo prefieren torear. Pero este es un hecho de la cotidianidad humana occidental que se necesita comprender y enfrentar.

A más de ser un tema totalmente cultural y con influencia religiosa, es algo que afecta a millones de personas diariamente. Les voy a presentar un enfoque sobre el tema y cómo manejarlo que espero alivie las relaciones y las encause beneficiosamente para las partes.


Para empezar es importante reconocer que la naturaleza del ser humano no es monogamia, al menos en este punto de su proceso evolutivo/involutivo. Esto NO es una excusa para aventurarse en relaciones infieles. Es un hecho que nos ayuda a comprender lo mal manejadas que están las orientaciones modernas de la pareja. La monogamia es un compromiso adquirido conscientemente y por propia voluntad y se define como:


1 Estado de la persona o animal monógamos: en las sociedades occidentales la monogamia es el tipo de unión conyugal más habitual.


2 Régimen familiar que prohíbe tener más de una esposa al mismo tiempo. Pero parece que esto es, hoy en día, un ideal soñado por los humanos que no se ven en capacidad de poder sostenerlo. La infidelidad, por su parte, no es ni buena, ni mala cuando se la comprende como un fenómeno cultural pues estoy segura que ese no es un tema de pre-ocupación para las sociedades en la que los hombres pueden tener más de una esposa. Claro, que en el mundo de igualdades de este nuevo siglo, en aquellas sociedades debería pensarse no sólo en las esposas de un hombre sino en los esposos de una mujer, pero esa no es nuestra realidad y, por ende, nos concentraremos en este tema como es en este lado del planeta.


¿Por qué la gente escoge ser infiel? De hecho hay muchos motivos. Uno de esos puede señalar que algo no está bien en la relación de pareja. También tiene que ver la falta de creatividad en las relaciones y como lo comentó Fernando Larrea, un psicólogo con quien analizo frecuentemente muchos casos:

“Por un lado, porque la gente se cansa de la rutina y, por otro, porque la tentación de obtener placeres nuevos haciendo algo que rompe un pacto, pero sin que se sepa, trae su propio placer”. Considero que el problema fundamental radica en la falta de conciencia que cada uno tiene de sí mismo y frente a las relaciones que escoge tener. Ahora, casi nadie nace sabiendo, como se dice, y esto implica que crecer en edad debería ser sinónimo de crecer en conciencia y madurez pero, a menudo, no es así. La gente va creciendo y va teniendo experiencias a las que no se les extrae su enseñanza y, como resultado, se queda estancada en la comodidad de la superficialidad de la vida. Es la misma comodidad que nos lleva a comportarnos como víctimas y que nos impide responsabilizarnos de nuestra propia vida. Pero, lo cómodo y fácil no implica que sea la mejor opción. Más bien, este tipo de camino, a menudo, es el camino hacia la hoguera.


Si una pareja escoge tener una relación en la que la “infidelidad” es parte de su agenda, y lo es conscientemente para los dos, ¿podemos hablar de infidelidad? Esto nos lleva a muchas otras preguntas como: ¿Qué tiene que ver la sexualidad con el amor? ¿Qué es el amor? ¿El amor es garantía de fidelidad? ¿La fidelidad es un valor o un esfuerzo consciente? Este es un tema que ha sido parte de la historia humana de siempre y que, en estos tiempos, se la experimenta con más intensidad por los dos sexos. Hay muchos “valores” tradicionales y se podría decir que hasta bíblicos, que se han ido perdiendo. Consideremos algunos de los mandamientos cristianos:


- no cometerás actos impuros
- no dirás falso testimonio ni mentirás
- no consentirás pensamientos ni deseos impuros
- no codiciarás bienes ajenos


Estas son imposiciones bastante claras que parecerían casi imposibles de cumplir. No sólo porque todo esto está prohibido, y no hay nada que guste más, al ser humano, que el sabor de lo prohibido. A la mayoría de personas no nos gusta que nos estén diciendo qué podemos y no hacer. Este aspecto es parte de la psicología humana contemporánea e histórica. Eso puede ser porque el ser humano viene a buscar su camino que es, al mismo tiempo, diferente e igual que el de los demás, pero en tal caso, todo el tiempo, desde pequeño está en esta lucha por ser lo que es. Estos principios impartidos por la religión más predominante, en nuestro medio, son más débiles que las necesidades biológicas y los impulsos sexuales humanos.

 Quizás sea la hora de reevaluar la forma de expresar estas intenciones y la forma de transmitirlas. Aunque más importante sería analizar el motivo para que estos “valores” tengan tan poca importancia en estos tiempos. A diario somos bombardeados por actos impuros como robos, asaltos, matanzas. Vemos igualmente, a diario, como nos mienten los líderes, los vecinos, los amigos, los hijos, las parejas. Con semejante bombardeo de cosas impuras, ¿cómo no vamos a tener pensamientos impuros? Y, con una sociedad consumista, ¿cómo no vamos a codiciar bienes ajenos, sobre todo si no los tenemos, sea esto una pareja, un bien inmueble, o un chupete? La involución del ser humano nos está dejando totalmente vacíos en nuestra auto-destrucción. Lo más interesante es que los motivos por los que duele tanto la infidelidad son justamente aquellos que están detrás de los valores que estamos perdiendo: honestidad y sinceridad versus mentira; fidelidad y transparencia versus traición; amor verdadero versus pasión física o codicia sexual.